Más de una vez me he preguntado si es un pintor impresionista o adscrito a algunas de las tendencias conocidas, que duda cabe que un hombre que como él, interesado siempre por el arte, impenitente peregrino por casi todos los museos importantes, gran observador, y agudo crítico, haya absorbido aún inconscientemente, algo de todos y cada uno de aquellos maestros con los que realmente se identifica, pero su gran mérito ha sido no copiarles, no parecerse a ninguno de ellos, crear un estilo y una personalidad artística realmente propia. Hoy no hay ninguna duda, un cuadro de Joan Marti es identificado a primera vista, por cualquier aficionado mínimamente conocedor de los actuales movimientos artísticos, eso es importante. Joan Martí a pintado a la mujer; no hay duda de que ha sido y es su tema predilecto, y se le ha criticado, se le ha criticado por haber elegido como base de su creación, algo tan hermoso, tan sublime y tan fácil de hacer líricamente bello como es la mujer. Pero realmente esa crítica es formal hacia su arte, o hacia el exito de su arte. No nos engañemos Joan Martí es un trinunfador nato, y ha conseguido eso tan dificil, tan exclusivo de los elegidos, de hacer lo que realmente le gusta hacer, y además venderlo, y eso a veces provoca recelos envidias y meledicencias. Joan Martí trata a la mujer con cariño, con sensibilidad, y le da ese carácter de centro de la creación que desgraciadamente durante muchos siglos los hombres le hemos negado. Pero no por ello olvida el resto del mundo, Candel, puede hablarnos de Joan Martí pintando a sus gitanas de la Perona, tocados con igual fortuna que esas lindas muchachitas, pero con todo el vigor y fuerza que esos temas de marginados requerían. Sus paisajes o temas urbanos generalmente pintados al amanecer o atardecer tienen toda la garra, la luminosidad y atmósfera que el pintor quiere transmitirnos, como consecuencia de un sentimiento vivido. En fin, Joan Martí lleva demostrándonos años tras año, muestra tras muestra que no todo está dicho en el campo de la figuración. Es posible crear aún, basándose en la realidad no destruyendo ni desfigurando nuestro entorno, sino recreándose en perfeccionarlo añadiéndole, toda la poesía de que a veces está huérfano y sobre todo ofreciendo generosamente trabajo, perseverancia y talento.