Joan Martí es un veterano y vitalista pintor que ama apasionadamente su arte.
Desde muy joven inició su andadura; empezó en el mundo de la ilustración, en el que alcanzó renombre y prestigio; fue una experiencia intensa, reconocida por los múltiples premios internacionales que recibió. Pero era pintor nato y pronto la ilustración quedó a un lado para entregarse de pleno a la pintura, empezando su carrera expositora.
Es un extraordinario dibujante, dotado de una facilidad increíble; atrapa la realidad, el momento preciso, el gesto, y luego llega el color, vistiendo la obra con el arco iris de una amplia y rica paleta. Gamas y gradaciones, tonos deslizantes y el impacto de la fuerte pincelada se suceden, explicándose también con grosores matéricos, huella profunda de su hacer. Todo nace con la difícil aparente facilidad; su dominio fuera de serie le permite mantener la frescura realizadora al tiempo que dota su obra de la profundidad precisa para convertir cada una de sus telas en una lección de pintar. Y no sólo el óleo es la técnica que utiliza; también el pastel, la acuarela, entran en juego. Pero importa poco la técnica, incluso el tema, que va desde la figura femenina, siempre suprema piedra de toque, a la vista urbana o el paisaje; lo que en él se impone es su hacer, su dominio técnico, su sabiduría pictórica, consecuencia de la experiencia, pero también del hecho de que es un pintor nato.
J. LLop S.
